Inspiración
Movimiento controlado del alma que produce un resultado imprevisto, cuando el autor expresa su propio discurso e igualmente se encuentra tan alejado de él que le cuesta trabajo reconocerse en lo que escribe, ya que sale de lo más profundo, de la concreción de algo por intermedio de las voces divinas, al punto que el propio estudiante cree no controlar lo que dice y se le escapan los últimos sentidos de lo que está diciendo aunque jamás por perder la conciencia; nada que ver con la escritura automática. → Rapto.
En la Antigüedad era habitual invocar a las Musas para que acudiesen a abastecer al iniciado de lo que se ha llamado, se llamaba y se llama inspiración. Aunque hoy se niega de manera radical su existencia, seguramente porque solía provenir de los dioses. A pesar de que esta toque en el alma del que escribe, que termina aprendiendo de su propia obra.

Grabado. Cosmant, París, s. XVIII